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  • Fue la región que más se empobreció a nivel nacional


Comenzando el año 2025 y pronto al traspaso de mando de la administración superior de la región al Gobernador electo Marcelo Santana, el Gobernador Regional Omar Muñoz Sierra realizó un análisis del año anterior, señalando que «el año 2024 no fue un buen año para nuestra región de Aysén. Fue la que más decreció a nivel país, fue la que más se empobreció perdiendo más del 10% del Producto Interno Bruto, PIB. A lo anterior se suma una ejecución presupuestaria del Gobierno Regional mediocre provocando una cuantiosa pérdida de presupuesto». A juicio de Muñoz, esto perjudicó a todos los habitantes de la región, incluido familias, trabajadores y micros y pequeñas empresas.

La falta de caja ocurrida a fines del año 2024 provocada por la falta de recursos del Gobierno también fue un tema que perjudicó a la región y al país. Al respecto complementa: «Comenzamos un año 2025 esperando dejar atrás todo lo malo del 2024, con nuevas expectativas y confiados que nos irá mejor. En el Gobierno regional asume una nueva administración cuyo principal objetivo es mejorar la gestión y liderar el desarrollo regional. 


Para el Gobernador Muñoz el 2025 presenta un gran desafío, cambiar esos pésimos resultados, ser capaces de volver a crecer, de administrar el presupuesto de manera más eficiente, de ejecutar proyectos que generen dinamismo económico, de continuar pavimentando la carretera austral, lo que actualmente está estancado, pese a las promesas del Gobierno de pavimentar 140 km en su gestión».

Frente a todo lo malo las cosas deben cambiar, El Gobernador Omar Muñoz confía plenamente en la nueva administración del Gobernador electo Marcelo Santana, y señaló: «En este nuevo año 2025 las cosas van a cambiar, vamos a trabajar estratégicamente, en equipo, con visión de región, el sector público y el sector privado coordinado, porque la región la hacemos todos y nadie puede estar ajeno a ello, y siempre pensando en que la gestión del Gobierno Regional redunda en mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes, personas de carne y hueso con necesidades, con sueños a las cuales nos debemos en nuestra función pública» finalizó.